Los comestibles representan a menudo uno de los mayores gastos para una familia. Los dólares de SNAP pueden ser una gran ayuda para pagar alimentos y ahorrar dinero para otras facturas. Aquí le presentamos una estrategia con tres partes que puede ayudarle a reducir los gastos en alimentos y sacarle el mayor partido a sus dólares SNAP.

  1. Planifique con antelación: Comprar cuando se siente apetito y sin un plan puede acabar costándole más dinero, y puede terminar sin las cosas que realmente necesita para preparar las comidas semanales. Planifique con tiempo preparando un calendario de comidas y a partir de ahí una lista de compras.

    Un plan de comidas es una lista de desayunos, almuerzos, cenas y snacks que usted va a servir en la semana. Algunas familias tienen 3 ó 4 semanas de comidas programadas, que pueden ir rotando. Esto significa menos trabajo que preparar un nuevo menú cada semana. Comience su plan de comidas pensando en opciones que impliquen alimentos de bajo costo que pueden conservarse durante un largo tiempo, y que pueden usarse en muchas comidas distintas. Busque en la colección Cocinar en 5 maneras ideas para planear comidas a partir de ingredientes asequibles. ¡Tal vez usted ya tiene muchos de estos productos en su despensa! La aplicación Compre Simple con MiPlato también le puede orientar hacia productos asequibles en cada grupo de alimentos.

    Usted también puede revisar los folletos publicados por su supermercado para ver qué está en oferta y buscar cupones. ¡Usted puede ahorrar dinero preparando comidas a partir de productos en oferta!

    Convierta su plan de comidas en una lista al revisar los ingredientes que usted necesita para cada comida, y busque las cosas que ya tiene en el refrigerador, el congelador o la despensa. Entonces, usted puede anotar los productos que deberá comprar.

     
  2. Compre con inteligencia: Lleve su lista al supermercado y compre sólo lo que hay en ella. Si encuentra la versión genérica de los productos que tiene en la lista, es posible que sean más económicos. Compare los precios por unidad al decidir qué producto va a comprar. Esto significa comparar el precio de dos productos similares si se presentan en un recipiente de tamaño similar. El precio por unidad se muestra en letra pequeña del precio que hay en el estante. Los recipientes grandes no siempre son más baratos, así que conviene revisar con cuidado.

    Si usted encuentra una oferta de productos que puede usar, comprar algunos de más puede ahorrarle dinero. Pero primero piense si su familia podrá consumirlos antes de que caduquen. La mayoría de frutas y verduras pueden ser congeladas para uso futuro.

    Considere la opción de comprar en línea. Esta opción le permite comparar precios y opciones con menos presión que si hace un viaje al supermercado. Además, esto le puede ayudar a reducir gastos en productos innecesarios, y puede reducir el estrés de comprar con niños pequeños. Pulse aquí para más información sobre cómo comprar en línea con SNAP.
     
  3. Reduzca desperdicios: Una vez que usted tiene sus compras en casa, no permita que se echen a perder. ¡Envuelva las sobras y disfrútelas en el almuerzo del día siguiente! Congele las sobras que usted no va a usar en unos pocos días. Si usted dispone de ingredientes frescos en riesgo de estropearse, congélelos también. Asegúrese de poner etiquetas a todas las cosas en el congelador para no olvidarse de qué es cada una.

    A medida que usted gana más experiencia planeando comidas, descubrirá también maneras de estirar una receta en varias comidas. Por ejemplo, sobras de pollo cocinado el lunes pueden convertirse en tacos de pollo el martes. Al comernos todas las sobras, ayudamos a reducir los desperdicios, y hacemos que el precio más alto de ciertos productos como el pollo se abarate al combinarlo con otros ingredientes.

 

Cualquier otra cosa, ¡la práctica hace al maestro! Al experimentar con la planificación de comidas, la compra inteligente y la reducción de desperdicios, tome notas sobre lo que funciona o no para su familia con el objetivo de ahorrar más dinero en el futuro.

 

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Esta institución es un proveedor que ofrece igualdad de oportunidades.

Este material se desarrolló con fondos proporcionados por el Supplemental Nutrition Assistance Program (SNAP en inglés) del Departamento de Agricultura de los EE.UU. (USDA siglas en inglés) en cooperación con el Departamento de Servicios Humanos de Maryland y la Extensión de la Universidad de Maryland. Los programas, actividades e instalaciones de la universidad están disponibles para todos sin distinción de raza, color, sexo, identidad o expresión de género, orientación sexual, estado civil, edad, origen nacional, afiliación política, discapacidad física o mental, religión, estado de veterano protegido, información genética, apariencia personal o cualquier otra clase legalmente protegida.