Esperamos que algunas de las estrategias que compartimos la semana pasada para ahorrar dinero en el supermercado le hayan resultado útiles. Pero, todavía tenemos algunas maneras adicionales que podrían ahorrarle aún más dinero cuando hace sus compras. Eche un vistazo a estas ideas para encontrar formas de ahorro ocultas cuando salga de compras. 


Revise las fechas de caducidad y busque las más largas para que sus alimentos duren tanto como sea posible. Las tiendas quieren vender el mayor número posible de sus productos, por lo que rotan existencias para colocar los artículos con la fecha de caducidad más próxima en la parte delantera de la estantería y las fechas más tardías en la parte trasera. Busque la fecha que le dé más tiempo para consumir el alimento.

Revise los estantes con descuentos para ver si hay productos que usted puede usar o congelar inmediatamente. Las tiendas colocarán los artículos con fechas de caducidad próximas en mesas y contenedores especiales con carteles para que la gente los compre en lugar de que la tienda tenga que tirarlos. Tal vez la fruta cortada con descuento, como la sandía o el melón dulce, sea un postre fácil para la misma noche de la compra o se pueda congelar enseguida para un futuro tentempié. Nota importante: Por seguridad alimentaria, no compre frutas, verduras, productos lácteos o carnes caducados.

Los precios por unidad nos ayudan a sacar el mayor partido de nuestro dinero. Las pegatinas de precios de los estantes nos indican cuánto cuesta el producto por onza (oz.), por libra (lb.) o por número (ct.). Este es el precio unitario, y nos permite comparar los precios de distintas marcas del mismo artículo con envases de distinto tamaño. A menudo, el artículo en un envase más grande tendrá un precio unitario más bajo. Un precio unitario más bajo suele significar que la cantidad que compra le sale más barata. Aquí hay una entrada de blog sobre cómo encontrar el precio por unidad.

Las frutas y verduras congeladas y enlatadas nos ayudan a estirar nuestro presupuesto para estos productos. Los productos enlatados y congelados duran más que los frescos y pueden utilizarse de muchas maneras. Considere la posibilidad de comprar fruta enlatada en agua y enjuagar las verduras enlatadas para reducir el contenido de sodio.  Escurra los almíbares de la fruta enlatada y utilícelos para dar sabor a la avena o los postres. Si usted dispone de más productos frescos cultivados en su propio jardín, congélelos o póngalos en latas antes de que se echen a perder. Contacte con su oficina de la University of Maryland Extension local si usted quisiera aprender sobre cómo enlatar sus propias frutas y verduras. 

Cambie las sodas y bebidas con sabores por agua con el sabor que usted le quiera dar. Cuando compramos refrescos y bebidas aromatizadas, en realidad estamos pagando por agua que ha sido aromatizada y metida en una botella o lata y llevada a la tienda, todo lo cual entra en el precio. ¿Por qué no utilizar nuestra propia agua y aromatizarla a nuestra manera para ahorrarnos unos dólares? Considere el limón, el pomelo, la menta, los pepinos y las manzanas para aromatizar su agua, como en nuestra receta de Agua salvaje.

 

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Esta institución es un proveedor que ofrece igualdad de oportunidades.

Este material se desarrolló con fondos proporcionados por el Supplemental Nutrition Assistance Program (SNAP en inglés) del Departamento de Agricultura de los EE.UU. (USDA siglas en inglés) en cooperación con el Departamento de Servicios Humanos de Maryland y la Extensión de la Universidad de Maryland. Los programas, actividades e instalaciones de la universidad están disponibles para todos sin distinción de raza, color, sexo, identidad o expresión de género, orientación sexual, estado civil, edad, origen nacional, afiliación política, discapacidad física o mental, religión, estado de veterano protegido, información genética, apariencia personal o cualquier otra clase legalmente protegida.